El metilsulfonilmetano (MSM), una de las mejores fuentes de azufre orgánico, es un compuesto orgánico azufrado, también conocido como metilsulfona o dimetilsulfona, Como fuente de azufre orgánico es diferente a las diversas formas de azufre elemental incluyendo la volcánica y la coloidal. El MSM tiene una muy buena biodisponibilidad y es un elemento esencial en la alimentación.
El metilsulfonilmetano (MSM) es un componente natural de muchos alimentos que contiene azufre. Entre las principales fuentes de azufre están las legumbres, el ajo, la cebolla, yema cruda de huevo, la coliflor, espárragos, zanahorias, castañas, brotes de mostaza, rábanos, espinacas, el puerro, las manzanas, las hojas y tallos de los nabos y la remolacha, las ciruelas, los duraznos y los melones. El MSM se encuentra en forma natural en los alimentos de todos los vertebrados. Se puede encontrar en pescados y legumbres, siendo la leche una de las fuentes más ricas.
La importancia de suplementar con MSM se debe al hecho que aunque el azufre se encuentra en varios alimentos de consumo diario, el grado de asimilación puede variar entre las distintas fuentes dependiendo de las características de dichos alimentos. Además, en ocasiones la cantidad de azufre puede disminuir durante el procesamiento de los alimentos. Entre las propiedades y funciones del azufre destacan la desintoxicación o eliminación de productos tóxicos. El azufre se une a éstos para neutralizarlos y así poder ser eliminados. El MSM participa en la síntesis de colágeno, protege a las proteínas de la oxidación, actúa como antiinflamatorio y posibilita al cuerpo para recuperar las células y las estructuras de tejido dañadas. (Juan, 2011)
Las propiedades del MSM mitigan el dolor en procesos inflamatorios de articulaciones, tendones, bolsa sinovial, en problemas de disco intervertebral y en otros muchos procesos musculares y del sistema motriz. El azufre es considerado un excelente complemento de las curas termales y supone una ayuda en el tratamiento para la artritis.